9 de julio de 2008

Casino Royale

James Bond es un personaje sobreexplotado a lo largo de 21 películas, sin contar Quantum of Solace, la vigesimosegunda entrega que se estrenará en otoño. ¿Qué se puede decir de él? Es una saga con tremendos altibajos, con actores para todos los gustos, con escenas de acción, y con típicos tópicos que se han convertido en iconos del cine, como la pistola con silenciador, el logo de 007, la propia música...



El súmmum de los remakes, la nueva moda en el siempre conservador modelo de negocio de la indústria cinematográfica norteamericana es la reinvención, el empezar de cero con un mismo personaje sin ser exactamente un calco de la primera película. Esto ha ocurrido en sagas como Batman. Después de dos films de autor más o menos interesantes firmados por Tim Burton, la saga empezó a caer en picado con unos nada creíbles Val Kilmer y George Clooney, embutidos en un traje de murciélago cada vez más dado a pasearse por la acera de enfrente. Para atajar esto llegó Christopher Nolan, y reinventó el personaje dándole un nuevo comienzo, una nueva forma de ser, y un tono más humano al alter ego humano del murciélago. También ha pasado recientemente con Hulk, donde se ha obviado la completa decepción general que provocó la visión (o más bien pesadilla) propuesta por Ang Lee.

Casino Royale nos re-presenta el comienzo de Bond en su primera misión como agente secreto doble cero. Martin Campbell aprovecha la oportunidad de pincelar el personaje sin estar atado a todo lo que se ha visto en las veinte entregas anteriores. Esto permite perfilar un héroe más acorde con los tiempos que corren, y alineado con las nuevas figuras de acción en celuloide. El Bond interpretado por Daniel Craig es más físico que nunca, muy al estilo de Jason Bourne. Se ha intentado prescindir de todo aquello que había sido característico hasta entonces en esta historia interminable. Los complicados gadgets, el coche fantástico, el eterno flirteo con Monney Penney son recursos inexistentes en Casino Royale, mientras que el famoso tema musical y la frase de "me llamo Bond, James Bond" están desterrados a los cinco segundos finales de la película.

Esto nos deja campo para desarrollar a un agente secreto más humano, con sus fallos e inseguridades, capaz de enamorarse incluso. Es un personaje más maduro y mucho más verosímil, que sangra y siente dolor cuando se le hiere. Si jamás has visto una película de 007, o las has visto y nunca te han gustado, te recomiendo que le des una oportunidad a este Casino Royale.

En este entrega Bond debe descubrir cómo se financia una organización terrorista que tiene tratos con un banquero de dinero negro, un tal Le Chiffre (el que tiene un ojo a la virulé). Esta excusa, pues los argumentos en las películas de Bond casi siempre han sido una mera excusa macguffiniana, nos conduce a una película decente, muy entretenida y con un tono rebajado de fantasmadas, problema del que adolecía la saga cada vez más.

Es de agradecer que hayan logrado hacer interesante la primera persecución a pie mediante la inclusión de un traceur o yamakasi, esos "gimnastas urbanos" que saltan y pululan por el mobiliario urbano en un intento por encontrar una casi artística forma de desplazarse. Todas las demás escenas de acción de la película, que están perfectamente repartidas en el metraje, lucen bien por una coreografía de lucha cuidada.

El guión es bastante sólido y ocurrente en ocasiones, especialmente en el pulso verbal entre Bond y Vesper Lynd, la representante del Tesoro que le deja a Bond 10 millones para que pueda jugar la partida de póker que vertebra el título de la película y toda la parte central del metraje. Como no podría ser de otra forma, las películas de Bond siguen con su vocación de catálogo de agencia de viajes y veremos parajes como Bahamas, Miami, Montenegro...

Casino Royale es un excelente título de acción en las que todas las piezas del engranaje giran al unísono, creando un entretenimiento más que decente. Si no eres iniciado en el mundo Bond la recomiendo encarecidamente. Y aunque sólo sea por ver esa estrella que cada vez brilla más, Eva Green, merece la pena. Casino Royale es un: 8

1 comentario:

Patricia Tena dijo...

Sinceramente esta es la única peli de James Bond que he visto, y me gustó. A ver si me animo a ver las anteriores. Eso sí, creo recordar que era bastante larga (la vi hace mucho). Por cierto, si te gusta Eva Green, revisa la peli "Soñadores" de Bertolucci... tiene unas escenas muy interesantes :)