12 de mayo de 2008

Cobardes

Si la Torre de Babel se erigiese hoy día, sería estrella de esos documentales de la Sexta, llamados MEGACONSTRUCCIONES. Es curioso como si ponemos la estructura de la serie CSI a algo tan mundano como la construcción de un puente, se convierte inmediatamente en puro espectáculo.

Siguiendo con laTorre de Babel, (según esa gran fábula llamada el libro sagrado), fue el lugar donde los hombres perdieron la facultad de entenderse unos a otros, donde nacieron los diferentes idiomas como castigo por intentar llegar al cielo.



Cobardes es la película que sigue a Tapas en ese intento por radiografiar a la sociedad del extraradio de Barcelona. Para eso, con un amor por la ciudad natal que nada tiene que envidiar a la relación entre Woody Allen y la Gran Manzana, Jose Corbacho y Juan Cruz retratan a la gente de Hospitalet con una historia de barrio, con algo que por mundano pocas veces salta a la gran pantalla.

Cobardes toca el tema del bullying, o para los de toda la vida, el acoso escolar. Cómo identificarlo, como negarlo, los errores que se pueden cometer, la solución (o no) del problema...son los pasos típicos que sigue toda película de problemática social candente. Como ya hicieron Te doy mis ojos y El Bola, Cobardes busca darle voz a aquellos que no la tienen, abrir los ojos a una sociedad ajena a muchos de los entresijos que complican su trama, pero son parte indisociable de ésta.

Dejando de lado el tema del bullying, tratado de forma previsible, Cobardes nos presenta una segunda lectura bastante más interesante que recae en la relación entre los púberes pre-adolescentes y sus padres. Para los que os preguntábais que coño pintaban los dos párrafos iniciales sobre la Torre de Babel, aquí va la respuesta: los niños y sus padres no se entienden. Pertenecen a mundos diferentes, a pesar de hablar en la misma lengua de Cervantes, lo cual complica la cosa. Como si de un críptico mensaje de móvil se tratara, las dos partes son incapaces de entender las motivaciones y actuaciones del otro. Una madre incapaz de entender que a su hijo le pueda entretener un video de violencia enviado a su móvil. Un hijo incapaz de expresarse, por no encontrar las palabras adecuadas. Llevado a un extremo, se puede decir que todos, absolutamente todos de los personajes son mudos y sordos. La falta de tiempo común, el trabajo de los padres, el bombardeo contínuo de los medios de comunicación, la educación dispersada...¿son las causas de este distanciamiento? Puede ser, pero Cobardes es un excelente retrato de la soledad que conlleva esta grieta para todas las partes implicadas.

Quizás la película debería aprovechar más este poderoso punto fuerte. El tema del miedo queda diluido, a pesar que han intentado darle un gran protagonismo (¿Cuántas veces dicen esa palabra en el tráiler?). A veces, las historias se cuentan solas, y hay que escucharlas.

Es curioso como las apariencias engañan. José Corbacho, con sus extravagantes chaquetas, su siempre megafónico tono de voz y sus absurdos shows, es capaz de hilar una historia intimista y personajes perfilados, a pesar de partir de una base un tanto esquemática. Y tenemos a Paz Padilla en un papel serio, en el que no sonríe ni una sola vez. Y es más, pronuncia todas las eses. Se demuestra que quien quiere puede.

Cobardes es una película sin complejos, fácil de ver. No quedará en tu retina mucho tiempo, pero tampobo desagrada verla. Es ideal para esos padres que al salir del cine quieran intentar comprender mejor a sus hijos, henchidos por un optimismo un tanto infantiloide. Pero oigan, que si sale algo bueno no seré yo el que los censure. Cobardes es un: 7

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