18 de diciembre de 2007

1408

El literato de Maine y rey de Nueva Inglaterra, Stephen King, es el escritor de novelas de terror y fantásticas con más adaptaciones cinematográficas de sus obras. Justo es decir que la mayoría de ellas debería caer en el olvido, en un cementerio viviente de mediocres amalgamas de fotogramas (el propio King engordó esta lista dirigiendo La Rebelión de las Máquinas. Auch)

Entre las adaptaciones que se salvan, en primer lugar tenemos que hacer una reverencia ante el angustioso Overlook que nos presentó Kubrick, incluso a pesar del doblaje. La intimista Misery y las carcelarias Cadena Perpetua y La Milla Verde también se salvan de la quema, con sus historias para todos los públicos. Y por qué no, esa absolutamente fabulosa oda a la amistad que es Cuenta Conmigo.


La literatura de King es la continuación lógica de la trayectoria de temática fantástica a lo largo de los siglos. De Hoffman a Poe. de Maupassant a Lovecraft, de éste a King. Lo que hace es tocar una y otra vez melodías pasadas, cogiendo eternos tópicos de la literatura fantástica y de terror para hacerlos sonar en una nueva composición que a modo de leit motiv nos recuerda periódicamente a algo ya hecho. La maestría es saber entonar una nueva canción con esos fragmentos, algo fresco confeccionado con retazos usados, como un frankenstein temático al que el autor debe dar vida.

Éste es uno de los principales problemas de 1408.


En ningún momento la película llega a sorprender, porque se tiene una molesta y constante sensación de que ya se ha visto. Otro de los problemas es la tremenda dispersión que tiene el metraje. En su afán por tocar diversos géneros, ninguno de ellos llega a cuajar. De hecho, incluso se repelen. 1408 no es una película de terror, ni una comedia, ni una película fantástica. No trasmite al espectador la sensación de claustrofobia que deberíamos sufrir junto con Mike Enslin, el protagonista (un impagable John Cusack y sin ninguna duda lo mejor de la película). Tampoco nos logra trasmitir esa cariño hacia la hija, personaje tan cacareado en el trailer y cuya subtrama se desarrolla de forma bastante torpe, haciendo al espectador ajeno al amor paternal que en teoría lleva la carga emocional de la película. A la "falsa fuga" de la habitación se le ve el plumero por todas partes, y supongo que pretendía ser uno de los platos fuertes para dejar al espectador con la boca abierta. Pero nosotros, no somos tontos. El personaje del conserje Olin, interpretado por el siempre genial Samuel L. Jackson, está poco aprovechado. Apenas se justifica su presencia en el cartel. (Vale, puede que su sueldo sí la justifique). Y para acabar de rematar este cúmulo de despropósitos, no hay ningún susto realmente impactante. Posiblemente el momento de más misterio de la película es el "clon" de la ventana de enfrente, que vemos en el trailer.

1408 de Mikael Hafstrom no llega el nivel de mediocridad de adaptaciones como la Ventana Secreta o el Cazador de Sueños, por citar sólo un par de ellas. Pero no es la película que debería haber sido, no destaca ni para bien ni para mal. Sin duda, los amantes del género (entre los que me incluyo) no encontrarán nada nuevo en el film. Le doy un 6 siendo tremendamente justo. He dicho.

No hay comentarios: